Primero, escribir el trabajo, que lo haces desde tu corazón, y luego ubicar un lugar dónde publicarlo. Por cierto, recomiendo la tienda virtual lulu.com o lulu.es como primer lugar para hacerlo, todavía no me he metido con Smashwords u otros portales, pero encontré que Lulu es sumamente amigable y sencillo de publicar; además de permitir a los autores vender sus trabajos gratuitamente, cosa que Kindle no hace.
Pero, así como a mí me gustan mucho los ebooks, hay mucha gente que todavía prefiere leer sus historias tradicionalmente, olfatearlos y sentir sus páginas. Fue así como, buscando en internet los portales para la autopublicación, encontré la página de Autores Editores, una editorial colombiana que imprime, al estilo Amazon, los libros por demanda, desde un ejemplar hasta los que desee el solicitante, autores, lectores, editoriales o librerías.
Como todo, siempre da un poco de temor, pues desconocemos que hay detrás de todo esto, pero igual me arriesgué a colocar Quinceañera en este portal, me dio un poco más de seguridad saber que otros autores que he ido conociendo, vía Twitter, como Kassfinol (una autora venezolana), han colgado también sus libros allí. Kassfinol es una autora independiente que ha entrado en listas de más vendidos de Amazon y que cuenta con más de 18mil vistas en Wattpad.
Pero volviendo a mi experiencia en la autopublicación, quiero exponer lo siguiente, en caso de que a otros autores les interese publicar sus trabajos allí, en la página de Autores Editores; me sucedió que la página me colocaba los costos y precios en la moneda local de mi país, permitiéndome, asímismo, establecer mis regalías en la misma moneda; cuando accedí otro día, desde otro ordenador, mi novela corta, de principiante, costaba $39.00; ¿quién en su sano juicio compraría una novela, de una autora que ni siquiera sabemos si es buena o no, por casi cuarenta dólares americanos? Lo que intento prevenir en este párrafo, a otros autores, es tomar las precauciones para evitar que incurran en mi error, que estaba sumando la poca regalía (en moneda local) que aspiraba obtener por la venta de mi libro, y que en la conversión se traducía en un dineral.
También quiero exponer que me incliné por esta página porque no tiene nada que ver con los americanos, Kindle es un mar de obras, donde la mayoría de sus usuarios leen en inglés, la competencia allí es tanto inmensa como pequeña, pues, hay muchos trabajos publicados pero tal vez no tantos lectores en español como quisiéramos los autores; todavía falta mucho, creo, para que nuestros jóvenes latinos se sientan estimulados por la lectura, ha sido bastante lo que la adaptación de libros al cine ha logrado para el mercado de las editoriales, pero aún no estamos a un nivel de grandes compradores, aunque España está en crecimiento.
Supongo que hay que saber controlar los niveles de ansiedad y armarse de paciencia, tal vez en algún momento despegue tu obra. Y mientras eso sucede, continuar haciendo lo que tanto nos gusta, escribir.
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