domingo, 1 de junio de 2014

Henry Crawford

Henry es como el héroe de un romance antiguo.
Todavía no comprendo qué movió a Jane Austen cuando dio ese destino desafortunado a uno de los personajes más ricos (y no me refiero al dinero) y encantadores compuestos por ella misma, Henry Crawford.

Henry Crawford es el antagónico de Edmund Bertram en la novela de Jane Austen, Mansfield Park, que este julio cumple doscientos años desde su primera publicación, en 1814. Crawford es, en mi opinión, el verdadero protagonista de la novela, es quien logra ese acto heroico, a la Darcy, en Mansfield Park; es quien consigue, con su influencia, el puesto de teniente a William, el hermano de Fanny; es quien se enamora de ella, la pretende y la solicita en matrimonio; pero, ¡ah!, el gran "pero", como en toda novela Austen, hay una declaración y un rechazo de la protagonista a ése de quien no está enamorada. Y este infortunio le tocó a Henry Crawford.
¿Por qué, Jane? ¿Por qué?
¿Por qué no hizo que Fanny le correspondiera después de todos los cambios de conducta operados en él?
¡Ah!, ya sé..., claro, porque aunque reúna todas las perfecciones del mundo, no debería dejarse sentado como indudable que un hombre tiene que ser aceptado por todas las mujeres que a él se le ocurra querer
¡Rayos, Jane! Henry Crawford es realmente perfecto, aun cuando se supone que no es tan alto ni tan guapo como Edmund. Tiene un encanto natural, sus maneras, su inteligencia, su picardía, su manera de leer, de dirigirse y preocuparse por Fanny, son adorables, pero siempre termina enredándose nuevamente con Maria Bertram... quiero decir, Rushworth.
¡Nunca lo entenderé!
¿Qué fue lo que Jane intentó decirnos a través de Henry Crawford?, ¿que los rompecorazones, los hombres inestables de sentimientos, no son capaces de cambiar por el verdadero amor? ¿Fue esto lo que intentó dejarnos entrever? ¿Cómo pensaba Jane que Henry guardaría fidelidad a Fanny cuando Fanny estaba tan resuelta a no aceptarle? De alguna manera su conducta, en este tiempo parece justificable, pero en aquel entonces constituía una gran censura el escándalo que terminan protagonizando Henry y Maria. Es, adicionalmente, para el lector, una seria crueldad, que Maria, la antítesis de Fanny, termine quedándose, a pesar de lo caprichosa que es, con el que siempre anheló quedarse. Hubiera sido mejor ejemplo para la sociedad que una muchacha como Fanny terminara conquistando, realmente, al tipo más conquistable.
Pero, supongo que no era la naturaleza de Fanny adjudicarse este tipo de conquistas; le importaba un bledo.
En mi final alternativo de Mansfield Park, Fanny se da cuenta de que tiene sentimientos por Henry. Cuando Henry se reencuentra con Maria Rushworth la desdeña por completo porque sabe que está perdidamente enamorado de Fanny. Fanny se olvida de Edmund y es feliz para siempre en Everingham.