domingo, 11 de octubre de 2015

Códigos

El otro día estuve viendo la película Paper Towns y me hizo cuestionarme algunas cosas. Paper Towns es una película basada en el libro de John Green que trata acerca de la relación de un chico y una chica que se distancian en la medida en que van creciendo hasta que un día la chica le busca otra vez.

Este tema me hizo pensar en mis propias amistades de la escuela, que he ido, no sé si perdiendo, pero distanciándome a través del tiempo; en esas personas que conozco y que a veces me encuentro en una calle y que me cuesta saludar porque no sé si me recuerdan tanto como les recuerdo yo. Sin embargo creo que es algo que le sucede a todo el mundo alrededor del planeta pues, si no fuera así, no existirían libros sobre esto o películas llevadas al cine.

Es como un código secreto entre los seres humanos, si te he conocido en la escuela, dejaré de hablarte en la secundaria; si te he conocido en la secundaria, actuaré como si no te conociera en el futuro. En Paper Towns los chicos, Margo y Quentin, han crecido juntos pero en la fase de secundaria se van distanciando. El sistema escolar estadounidense en muy distinto al mío pero aparentemente suceden las mismos problemas con los mismos códigos, sin embargo Margo demuestra que todo el mundo se conoce y que todo el mundo se recuerda cuando salta por la ventana de Quentin para proponerle que sea su compañero en el crimen y vengarse de quienes supuestamente han sido sus "amigos".

Aunque estoy escribiendo esto, me atacó la inspiración por la película, no sé si cuando esté caminando en la calle y me encuentre a alguno de mis compañeros de la primarnia o la secundaria, aquellos que conocí pero que no eran exactamente mis mejores amigos, aunque compartiéramos el insignificante proceso de crecer, les salude y les diga: "¿Te acuerdas de mí?, me sentaba junto a ti en el cuarto grado". Realmente no sé si me atreva, pero ojalá que este artículo sirva para aquellos chicos que todavía están en ese proceso, que tienen un grupo variado de compañeros al que continuarán viendo hasta la culminación de estas fases, para que los mantengan en sus memorias pues, después del término de la secundaria, donde hacemos a los mejores amigos de nuestras vidas, es poco probable que vuelvan a encontrarse y compartir esas emociones de ser adolescentes y tener un fin común, puesto que, llegado el momento de decidir, de definir lo que serán y lo que no, adónde irán y adónde no, es allí, en ese después, donde no todos colisionarán.