Particularmente no creo en el afecto de pareja
que resulta de un día de conocimiento. Confío en aquellas relaciones que se dan
por el previo conocimiento del carácter de las personas y la amistad que deriva
de ese conocimiento, lo que hace que no comprenda del todo la idea que suelen
exponer de esa manera, en las películas, sobretodo; los personajes se miran,
tienen cuatro o cinco diálogos y ya están enamorados. Supongo que no funciona
así en la vida real, ¿o sí? No lo sé.
Anoche estuve viendo una película, The First Time, del tipo de relaciones
que me cuesta comprender.
Sentir una intensa atracción por otra persona no
puede ser cosa de un día, ¿o sí? Quizá nunca lo experimenté y por esto no lo entienda.
Tampoco conozco parejas que se hayan enamorado de esa manera, en unas horas;
aunque, contradictorio, creo que el afecto a primera vista puede existir, la
química, pero no todavía el amor.
O, tal vez, en las películas, por el corto
tiempo, parece tan comprimido el amor que me cuesta creer en esa atracción tan
inmediata de los personajes. O quizá los mejores amores sean así.
En la película The First Time, Aubrey encuentra a Dave en un callejón al salir de
una fiesta, él hablaba solo, exponía sus sentimientos por Jane, su amiga de la
escuela, en voz alta cuando ella lo interrumpe. Entonces empiezan a conocerse,
ella se mete en su soliloquio sin permiso, dándole consejos sobre cómo lograr
el afecto de Janey, en una abusiva retórica, que, para tener dieciséis, a lo
mucho diecisiete años, es demasiado madura y dice cosas tan profundas como una
mujer de treinta años, lo que, a su vez, me dificulta creer en la posibilidad
de una adolescente como ella en la vida real; esto, o las americanas son seres
de otro planeta. Al término de los primeros ocho o diez minutos de la película,
los personajes son casi mejores amigos, tienen suficiente conocimiento el uno
del otro como para ser invitado a la casa de la chica y continuar el flirteo.
Es un poco forzado este tipo de romance, o la
juventud de ahora es así, o en mi tiempo fui demasiado mojigata.
O, tal vez, en mi cultura, la idea de darle tanta
confianza a los desconocidos está muy arraigada y esto hace que mi concepto de
la amistad o el amor resulte del conocimiento a través del tiempo y la
constancia. En las películas para chicas, las chicas nunca se encuentran con un
acosador que pueda perjudicarlas en noventa minutos.
No obstante, a pesar de mis problemas con
este tipo de argumentos, me encantó la película, es tierna y muy romántica; el
mérito, creo, se lo lleva el personaje del chico, Dave, que sí, estoy segura,
existe en la vida real. Todavía deben existir chicos como él, tímidos,
caballeros, románticos e inteligentes. Me encantó su personaje y Dylan O´Brien
lo interpretó con la paciencia, inocencia, inexperiencia y madurez que requería
para un muchacho que tendrá su primera vez. La chica (Britt Robertson), el
personaje, era muy intensa y hablaba un poquito demasiado, pero esto fue lo que
a él le gustó de ella.