martes, 31 de diciembre de 2013

Lo Mejor del Año (2013)



Es época de recuentos y éste es uno que disfruto mucho en componer porque, de alguna manera, es un resumen de aquellas historias que me conmovieron durante el año. Veamos.
Orgullo y Prejuicio Celebró 200 Años
El más importante de los momentos de este año para mí ha sido celebrar el bicentenario de mi novela favorita Orgullo y Prejuicio. La fiesta inició desde enero cuando el mundo Austen releyó una y otra vez el clásico de Jane Austen, homenajes, galerías, artículos inspirados en Elizabeth Bennet, Darcy, Mrs Bennet, todos los Bennets y miles de maneras de homenajear a la novela y a su autora tomaron los blogs y las redes sociales a lo largo del año; lo que ha hecho que esta celebración sea mi momento top del 2.013.


Libros
Afortunadamente tuve la oportunidad de leer una variedad interesante de libros este año, desde Orgullo y Prejuicio, que fue el deber más placentero al que me he visto obligada, hasta mi placer culposo: Las Cincuenta Sombras de Grey. Fue un año de buenas lecturas, de lecturas adictivas, sin embargo, si he de escoger el libro más destacado del 2013, éste sería La Huésped.
La Huésped es un libro de Stephenie Meyer que se desarrolla en futuro caótico en el que la raza humana como tal ha desaparecido debido a que los cuerpos han sido poseídos por almas alienígenas. El dilema de la historia se centra en la relación que desarrollan Wanda y Melanie, el alma y la dueña del cuerpo. 
Me gustó tanto esta novela porque, primero, me mantuvo en suspenso sobre cómo se resolvería el asunto de las dos mentes ocupando el mismo cuerpo; segundo, porque a pesar que quieres que Melanie recupere su cuerpo, Wanda termina complementando a Melanie y no quieres que desaparezca; tercero, por las reflexiones acerca de la conducta y la convivencia humana a los que la autora hace referencia; y cuarto, aunque quizás ha debido ser el primer punto, es una historia muy romántica.

Kindle
Soy compradora compulsiva de libros digitales, si entro a la tienda Kindle –y tengo disponibilidad– compro, es adictivo, terriblemente adictivo, más si terminas de leer algo y Amazon te sugiere otra lectura similar, cuya sinopsis te atrae y vuelves a comprar. Pero admito que había comprado algunos libros temáticos, especialmente relacionados con la Navidad, que no había leído todavía, y que leí, y me encantaron. Por esto Kindle y todos sus autores, todas sus novelas románticas, forman parte del top del año para mí.


Cine
Me fue difícil este año escoger mi película favorita, de hecho, creo que no tuve ninguna. Sin embargo, si tuviera que escoger una película que me pareció agradable ver fue Stuck in Love. Esta película fue lo más parecido a mí este año.
Stuck in Love es una drama romántico protagonizado por Greg Kinnear y Jennifer Connelly que trata la relación de la familia Borgens, en la que el padre no termina de aceptar el divorcio y se mantiene todavía, después de dos años de la separación, obsesionado con su esposa. Esto mientras balancea su trabajo como escritor y la interacción con sus hijos, que también son aspirantes a escritores.



Tv
Downton Abbey. Downton Abbey. Downton Abbey.

En Twitter, en las premiaciones, en todas partes: Downton Abbey, Downton Abbey, Downton Abbey. Es todo lo que leía, veía, o escuchaba, hasta que al fin empecé a ver esta serie. Y fue todo lo que esperaba y más. La serie ya está en la cuarta temporada, fue arduo ponerme al día pero muy adictivo. Inicia cuando la familia de abolengo, los Grantham, recibe la noticia sobre el hundimiento del Titanic. En la embarcación iba Patrick Crawley, quien sería heredero de Downton por la línea masculina de Lord Grantham y prometido de Mary, la primogénita de los Crawley, con lo que Downton continuaría en la familia. Pero dado este infortunio la herencia debe ser reconducida a Matthew, el siguiente en la línea masculina de Lord Grantham.
Sin embargo la serie que me mantuvo enamorada, al menos durante su primera temporada, fue Beauty and the Beast, basada en la serie de Ron Koslow y protagonizada por Kristen Kreuk y Jay Ryan. La serie combina la acción policíaca, resolver casos asociados con seres sobrenaturales, con el romance. La primera temporada fue intensa y muy romántica pero tal vez desarrollaron la relación entre sus protagonistas muy rápidamente y el regreso de la serie, para la segunda temporada, no ha sido tan elocuente para mí. No obstante aún continúo siguiéndola aunque admito que en un tiempo fue mi obsesión.
Y Hart of Dixie, que fue mi descubrimiento el año pasado, después de dos temporada y media, continúa siendo la serie más fresca y divertida de la televisión para mí.

Un poquito de turismo
Venezuela es un país de paisajes hermosos, en el que lamentablemente no se explota el turismo como es debido, sin embargo, al venezolano le gusta salir de paseo y uno de los destinos predilectos es la Isla de Margarita. También es el mío.
Este año pude salir de paseo por unos días y reencontrarme con esta hermosa isla, calurosa y divertida, donde uno de los placeres es salir de compras a los modernos centros comerciales y otros disfrutar del mar o visitar el templo de la Virgen del Valle. Margarita siempre será mi destino turístico favorito en Venezuela.


Es todo, por ahora, esperando todo el éxito y aventuras del 2014.
¡Feliz 2014!

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Dear Marie



Estaba la otra tarde escuchando la canción de John Mayer, “Dear Marie”, cuando me puse un poco nostálgica. La canción trata de este hombre exitoso –que suponemos es John– y su amor de la secundaria, según el cual, estuvo enamorado cuando la chica, “Marie”, tenía quince años. Cada uno continuó su camino, él es importante y aparece en revistas mientras ella tiene todo lo demás: la casa, el esposo y los hijos. Pero lo que me puso melancólica, por exponerlo de alguna manera, es la parte de la canción en la que John dice que “de vez en cuando” acude a internet para ver la fotografía de la chica. Así, la línea de la canción me llevó a otra cosa, y esta otra cosa a otra más, y terminé pensando en Jane Austen.

Es gracioso, lo sé, ¿qué tiene que ver Jane Austen con John Mayer, y  más con Dear Marie? Bueno, pensé en cuántas personas en el mundo tienen una “Dear Marie” –o un “Dear…”–; cuántas personas alrededor del mundo van a internet, a Facebook, que es donde se reencuentran aquellas amistades del liceo, de la universidad, que ya no frecuentan, pero que alguna vez significaron mucho; cuántas de estas personas continúan solteras; cuántas casadas; cuántas comprometidas. Fue entonces cuando pensé en Jane Austen.
Es quizás el anhelo normal de todas las seguidoras de Jane, lo poco que obtuvimos de su vida privada y el valioso legado que nos dejó de su vida literaria, lo que nos mueve siempre a especular sobre su vida amorosa.
Imaginé a una Jane madura, un poco más irreverente de la normal, frente a una laptop, escribiendo una intensa novela de amor, en la sociedad moderna; haciendo, a su vez, tweets para mantenerse en contacto con sus seguidores, con un muro en Facebook y un blog en Tumblr.
¿Qué escribiría Jane en estas redes sociales? ¡¿Qué le parecería todo esto de las redes sociales?! Probablemente sí estaría en Twitter porque lo creería más auténtico, esto sin mencionar la legión de seguidores de su trabajo que convivimos, realmente, en Twitter. ¿Pero qué sería de Facebook? ¿Realmente estaría en Facebook? ¿Sería activa allí? ¿O lo emplearía para reconectarse con viejos amores? Digamos… ¿Tom Lefroy? ¿Tal vez? ¿Iría ella a ver la fotografía de Tom en línea como dice la canción de John?
***
En mi mundo de fantasía Jane despierta de un prolongado letargo y se encuentra con este mundo alocado y rápido, y aunque para ella sería un choque dramático entre lo que está acostumbrada y firmemente cree y el libre albedrío ilimitado de la juventud, de la humanidad, de estos días; probablemente, aún así, se adaptaría y aprovecharía su nueva situación para poner en práctica lo mejor de su creatividad y así recrear la nueva sociedad en sus novelas.  

martes, 16 de julio de 2013

Colaboraciones




Como parte de la fantasía que, probablemente, todas las Austenitas sentimos por la vida privada de Jane Austen y el enfoque en sus novelas; he colaborado con una entrada para el hermoso blog de mi amiga twitera @salonjaneausten, que celebra los 200 años de la obra Orgullo y Prejuicio, 200 Years of Pride and Prejudice. La entrada corresponde a la hipótesis que he manejado en mi cabeza desde que conozco la historia celebrada y lo poco que se sabe sobre Jane, especialmente de su vida romántica. Invito a todos a que visiten la página mencionada y comenten qué les parece.
¡Saludos!

Las Galanterías de Mr Darcy



Éste es el año de Orgullo y Prejuicio, se celebran doscientos años desde su primera publicación, alrededor del mundo millones de seguidores de Jane Austen están, algunos, leyendo por primera vez y otros releyendo la novela. También soy una de estas seguidoras. La leí en enero para celebrar el propio día de la publicación y, como me sucede con cada relectura, me sentí motivada para hacer varias publicaciones relacionadas. Una de ellas ésta, que la inspiró el mismísimo Mr Darcy.


Lo que normalmente destaca de Mr Darcy entre los lectores de la novela de Jane Austen, Orgullo y Prejuicio, es el hombre orgulloso cuyos sentimientos se modifican con la negativa de Elizabeth Bennet a su altiva y ofensiva propuesta de matrimonio.
Pero Mr Darcy es más que un hombre orgulloso, en sí es una noble criatura, de sentimientos humildes y profundos, que se preocupa por sus conocidos y los más necesitados. Y, a pesar que luchaba contra el afecto que crecía en él por Elizabeth, sus poco usuales galanterías se ponen de manifiesto en sus interlocuciones con ella para el deleite de todas sus lectoras.
Amo las galanterías de Mr Darcy, galanterías que, con cada relectura de la obra, adquieren un nuevo cariz, y que esta vez, en la celebración de los doscientos años de Orgullo y Prejuicio, motivaron esta entrada.
Darcy expone su soberbia desde la entrada de la obra, en el capítulo III, durante su primer encuentro con Elizabeth, en el baile público de Meryton. A pesar de que había pocas parejas, rehúsa bailar con ninguna de aquellas desconocidas, aun cuando Bingley, su amigo, le sugiere que invitase a Elizabeth.

No está mal, aunque no es lo bastante guapa como para tentarme; y no estoy de humor para hacer caso a las jóvenes que han dado de lado otros. Es mejor que vuelvas con tu pareja y disfrutes de sus sonrisas porque estás malgastando el tiempo conmigo.

Y como castigo divino, la chica que no era lo suficientemente guapa para tentarlo empieza a gustarle, pero, para su mala suerte, Eliza escucha el mal comentario que hace sobre ella durante el baile, lo que implica el nacimiento, comprensible, de su antipatía hacia él, esto, sumado a la aversión general del pueblo que enseguida lo tildó de orgulloso, que ni sus diez mil libras de renta podían salvarle de parecer agradable.
Darcy es un hombre que no puede hacerse sociable fácilmente, por lo que se dedica a observar a Elizabeth en las próximas reuniones. No le hablaba pero la observaba insistentemente. Sus lindos ojos son el primer atributo que le gusta de ella.
Darcy tiene más tiempo de socializar con Elizabeth cuando ella acude en socorro de su hermana, que yacía enferma en Netherfield Park. En las tertulias que se desarrollan en la casa de Bingley, Darcy encuentra más tiempo para observarla y es en ese momento cuando descubre a sus lectoras sus primeras galanterías.
La señorita Bingley estaba siempre al acecho, intentando ridiculizar a Elizabeth, porque sabía que a Darcy le era atractiva, él mismo se lo había confesado, y sabía el efecto que tenían en él sus lindos ojos. Pero sus tretas siempre le funcionaban a la inversa y en vez de atraer su atención hacia sí, lo que hacía era volverla hacia ella. Elizabeth sentía placer en caminar, le gustaba el ejercicio, y cuando su hermana cae en cama por el resfriado que le produce haber asistido a caballo, bajo la lluvia, a la reunión con las hermanas Bingley, acude a ella andando tres millas desde Longbourn hasta Netherfield Park, la residencia de los Bingley, donde se encontraba Jane Bennet. Cuando arriba a la casa, las mejillas de Elizabeth están coloradas y el ruedo de su vestido y sus zapatillas cubiertos en lodo. Caroline Bingley la expone, burlándose de esto, insinuándole a Darcy que ya no le parecerán tan atractivos esos bellos ojos; no obstante Darcy le responde:

En absoluto; con el ejercicio se le pusieron aun más brillantes.

En otra de las mencionadas tertulias, Darcy escribe una carta a su hermana Georgiana, la señorita Bingley inicia su adulación a Darcy convenciendo a Bingley que compre una propiedad cerca de Pemberley, la residencia de Darcy, y que luego la imite; después intenta enviar, en la carta de Darcy, saludos a Georgiana, pero Darcy se excusa reponiendo que será en la próxima misiva. Aun así, Caroline Bingley continúa preguntando la estatura de la chica, Darcy, en un pequeño detalle, pone de manifiesto al lector su preferencia por Elizabeth Bennet al no comparar la estura de la joven con Caroline pero con Elizabeth.

Ahora será de la estatura de la señorita Elizabeth Bennet, o más alta.

En el capítulo X, cuando Darcy se anima nuevamente a invitar a bailar a la señorita Elizabeth Bennet, ella lo
rechaza esperando que sea él quien la desaire entonces. “Desáireme si se atreve”, le dice ella. “No me atrevo, se lo aseguro”, le responde él. Jane Austen explica que había una mezcla de dulzura y malicia en los modales de Eliza que no era capaz de ofender a nadie y que Darcy nunca había estado tan ensismismado con una mujer como lo estaba con ella.
Pero la madre de todas las galanterías sucede cuando Caroline, cansada de la falta de atenciones de Darcy con ella, invita a Elizabeth a dar una vuelta por el salón, extendiéndola también a Darcy, y éste se niega exponiendo serias razones:

Ustedes eligen este modo de pasar el tiempo o porque tienen que hacerse alguna confidencia o para hablar de sus asuntos secretos, o porque saben que paseando lucen mejor su figura; si es por lo primero, al ir con ustedes no haría más que importunarlas; y si es por lo segundo, las puedo admirar mucho mejor sentado junto al fuego.

Escándaloso.
Durante el baile privado de Netherfield Park, en el capítulo XVIII, también se comporta con ella como un perfecto caballero, le asegura que le dirá todo lo que ella desea escuchar e intenta hacerle conversación a pesar de que parece que Darcy no es de los que habla mientras baila. Conserva la calma y responde sus inquietudes con mucha elegancia, aun cuando sus sentimientos estaban en conflicto por la clase de preguntas que impertinentemente Elizabeth le hacía, sobre Wickham y su enemistad con éste, mientras se formaba una idea de su carácter.

Reconozco que las opiniones acerca de mí pueden ser muy diversas; y desearía, señorita Bennet, que no esbozase mi carácter en este momento, porque tengo razones para temer que el resultado no reflejaría la verdad.  

Y, para concluir, aunque violenta, hay que citar la declaración de amor más intensa de la literatura británica:

He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que la admiro y la amo apasionadamente.

En la medida que evoluciona la novela, y la relación de Darcy con Elizabeth, los sentimientos de éste se modifican y pasan de la altivez a la galantería, a la serenidad, a la ternura. Me gustan sus galanterías, no son fáciles de detectar en un hombre de su carácter pero cuando aparecen me sorprenden. También me gusta su lado tierno, aunque parece que le habla con dureza a Elizabeth, el verdadero sentido de lo que expresa es dulce y demuestra el cariño que siente por ella. Lo que más aprecio de este personaje, además de su afecto incondional por Elizabeth, es su inteligencia. Excepto cuando se equivocó sobre el afecto de Jane por Bingley, siempre pudo ver detalles que a otros personajes les fueron desapercibidos. Es el héroe ideal. La fantasía del hombre perfecto.