Mi lectura indie: Con fin a dos

Desde que el autor Fernando García Pañeda anunció en sus redes que estaba trabajando en un material nuevo me sentí deseosa de leerlo pues siempre es un punto de distinción encontrarse con sus obras y esta vez no ha sido la excepción, aunque me ha sorprendido lo bien que se ha desenvuelto en un género en el que no lo imaginaba, la comedia romántica. 

Con Con fin a dos, el autor se ha reinventado consiguiendo una divertida, sexy e inteligente novela que deja registrada la nueva normalidad a la que hemos estado expuestos desde inicios del año; supongo que habrá que acostumbrarse a que las mascarillas y guantes formen parte de la indumentaria de los personajes en las venideras lecturas, pues, a la fecha, no hay indicios de que la situación esté por cambiar; no obstante, si todas las novelas románticas post Covid van a ser como Con fin a dos, bienvenidas sean.

La trama inicia con el primer día de confinamiento en España, a razón del Covid19, por allá por marzo, y el encuentro entre Jorge y Chris, nuestros protagonistas, en las puertas del ascensor del edificio en el que viven, si bien son vecinos, se nota que por un tiempo han actuado como extraños (aunque cada uno sepa de la existencia del otro). Un “¿Me permites? ¿Puedo ayudarte?”, con las bolsas del mercado, da pie a la invitación a un café que luego será una cena, más adelante un desayuno y a muchos bailes en el estar de Chris.

Ahora bien, antes de hacer un recorrido por las citas y frases que más me gustaron de la novela, además de invitarlos a leerla, quiero felicitar al autor por captar esa sensibilidad femenina de la que es ejemplo Chris, la protagonista de esta historia, puesto que, escribiendo desde dos puntos de vista, se ha tomado el rol de honrarnos con la descripción de sus sentimientos, sin dejar de lado ningún detalle del sentir de una mujer; esto, además de presentarnos a un caballero contemporáneo, inteligente, paciente y apasionado, que, en mi opinión, ha sido la delicia de la novela.

Citas y frases favoritas:

“Soy una de esas personas aburridas que fijan la virtud en el término medio.”

“Las bromas a granel no casan con la elegancia.”

“A metro y medio, por lo menos, pero no por miedo al contagio, sino por miedo a la buena suerte.”

“Comprobar que lo invisible a corta distancia es realmente lo que merece la pena contemplar era una medicina poco dulce para una rebelde algo pagada de sí misma.”

“Y con él la facilidad era máxima; como un libro abierto y con notas explicativas.”

“Sabía razonar cuando le llevaba la contraria y tenía argumentos para hablar. Un bicho raro.”

“Y cuanto más me escuchaba, más me gustaba expresarme.”

“Lo que nos parecía normal dejará de ser normal. Para mal y para bien.”

“Precisamente esta pandemia debería ayudar a comprendernos más.”

“No temía al contagio, a la enfermedad, sino a que ella se hiciera inmune a mi presencia.”

“Al final, creo que la amistad no solo es la base, sino el contenido del amor.”

“Una cosa es la amistad y otra el enamoramiento. Pueden sumarse, no cabe duda, pero no tienen por qué coincidir.”

“Un enamoramiento sin amistad está condenado al fracaso, porque no hay amor verdadero. Una amistad sin enamoramiento, en cambio, no tiene fin.”

“No sé cómo lo hace, pero ese hombre irradia paz.

¿Un hombre? ¿Paz? Vaya rareza.”

“El miedo y la vergüenza no tienen que dirigir tu vida.”

“La imaginación no miente en sus argumentos.”

“Qué bien, salir del fuego para caer en las brasas.”

“Si enamorarse de ella era tocar el cielo, reconciliarse era arrebatarlo.”

 

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