viernes, 27 de mayo de 2016

Quinceañera a la Austen

Tal vez has leído en este blog que Jane Austen es mi musa y mi todo y que al final del año pasado se me ocurrió la locura de escribir algo que, revelo un secreto, no era en lo que había estado trabajado durante mucho tiempo. 
La novela, pues mi locura se tradujo en escribir una obra literaria, es un tributo, quiero pensar, a las fiestas  quinceañeras tan populares en nuestra cultura latina, el equivalente al Sweet Sixteen de los americanos. Pues bien, la historia se desarrolla el mes previo a la quinceañera de la mejor amiga de mi protagonista, entre coreografías, chambelanes y vestidos con armadores. Mientras la elaboraba, muchas ideas me venían a la mente, las dos amigas, Bianca y Valentina, ambas a semanas de cumplir los anhelados quince años, son una la contraparte de la otra: mientras Bianca es introvertida, tímida, solitaria y sarcática (quiero pensar), Valentina es extrovertida, egoista, egocéntrica y casi siempre insoportable. Esto fue fácil de determinar, sin embargo, una de las escenas que más trabajo me dio crear y que terminé resumiendo o encharcaría más de la cuenta el proyecto, fue la coreografía.
Particularmente no tuve una quinceañera, no tenía este sueño de bailar el vals rodeada de quince chambelanes, pero después de haber vivido con Bianca lo que puede ser una quinceñera, tal vez esté arrepentida; pero éste no es el caso, el caso es que quería para mi novela una de esas cuadrillas, perfectamente sincronizadas con vueltas, círculos y piruetas, lo que no era tan secillo recrear; sin embargo algo me permitió llevarlo a cabo, esperando que saliera bien.

La coreografía consistía en una serie de románticos movimientos que parecían sacados de una película de Jane Austen, hacíamos círculo alrededor de la quinceañera, marchas, giros de trescientos sesenta grados y traslados en forma de zigzag; pero algunos chicos no empezaban a tiempo con los demás, o tropezaban, o giraban al contrario.
Mientras desarrollaba esta escena, que resume aquí, solo podía pensar en Elizabeth y Darcy, en el baile de Netherfield, ellos dos solos, enfadados uno con otro pero perfectos en su ejecución.
Sé que mucha gente prefiere la serie de 1995 pero yo amo la película del 2005, Keira y Matthew me inspiraron con su excelente actuación para imaginar el baile de la coreografía de la quinceañera de Vi, obviamente modernizados, no esperamos que en el siglo XXI, los jóvenes parezcan sacados de una película Austen, pero si hoy tuviera la oportunidad de celebrar mi quinceañera, sin duda mi tema (hacer una quinceañera inspirada en un tema es lo más in hoy en día) sería Orgullo y Prejuicio. 

Quisiera poder resumir que si lee Quinceañera se sentirá como en la Inglaterra de finales de 1700 - inicios de 1800, o que está leyendo una renovación de Orgullo y Prejuicio (versión latina), pero esto no hay nada parecid, excepto porque Jane Austen es y seguirá sirviéndome de inspiración hasta el fin de los tiempos.

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