Había comenzado a leer otra cosa, pero cuando el argumento es flojo y la lectura se vuelve vulgar, prefiero dejar el libro y dedicar mi tiempo a algo que lo merezca. Entonces, revisando mi biblioteca virtual me di cuenta de que tenía una novela de la autora Joana Arteaga que no había leído todavía y, amig@s, para mí, la señora Joana Arteaga es lectura segura. Así que estoy devorando esta novela romántica de una relación empleada-jefe, un tema repetido, lo sé, pero la autora le pone su sello, sus personajes siempre tienen un pasado bien construido así como el desarrollo de su relación, pero todavía no vengo a hacer mi revisión, sino a traer un bocadito que les anime a leerla.
Por lo que está sucediendo en esta parte de la novela sino estoy en el clímax, casi voy a estar ahí, es justo ese punto en el que los personajes se están conociendo y haciendo esa confianza imprescindible en el desarrollo de la relación, en el que existe el coqueteo pero nadie se atreve a aceptarlo. Saul, ha caído enfermo de varicela y Diana, al ser su asistente, se ha sentido comprometida en atenderlo, es uno de esos momentos en los que la intimidad se hace imposible de refrenar, pues bien, los dos están viviendo en el ático de él mientras se recupera y, pues, allí se dicen muchas cosas, como la imagen que les voy a colocar, que espero les guste... Ah, antes de despedirme les deseo, como siempre, un buen provecho literario.
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