Cuando comencé a leer las Cartas de Jane Austen me sentí contrariada por cómo algo tan privado, unos escritos tan personales, que no habían sido concebidos para su exposición, pueden, hoy en día, ser tan públicos.
Desde hace mucho tiempo, las cartas de Jane Austen han sido mi asignatura pendiente. Antes de leerlas no me había formado alguna opinión sobre éstas, solo sabía que, como buena lectora de Jane Austen, tenía que darles la oportunidad. No me esperé que mi primera reacción fuera sentir que estaba violentando su privacidad.
Creo que algunas veces dudé en seguir, me sentí incómoda sabiendo que Jane jamás habría accedido a que sus lectores tuviéramos paso a esos pensamientos tan privados; pero supongo que como tantos que antes que yo se han sentado a deleitarse con un poco más de ella, yo también continué. Cuando me di cuenta, era una más de su vecindario. Estaba siendo un deleite ver cómo funcionaban los pensamientos de la magnífica Jane Austen.
Las cartas de Jane Austen son el último legado que tenemos sus lectores, tras su pronta partida, cuando apenas estaba teniendo independencia económica debido a las publicaciones y éxito de sus novelas. Y aunque definitivamente son una invasión a la privacidad de su autora, han pasado a ser parte de su patrimonio y es inevitable que sintamos la curiosidad por leer algo más de su rica pluma, conocer su entorno, disfrutar de lo que tenía que decir sobre aquellos que la rodeaban y leer sobre sus sentimientos respecto a aquellos a los que tanto quería, como lo que pensaba sobre sus novelas y lo que opinaba sobre la recepción de las misma.
A continuación, presento una lista con las mejores citas de las cartas de Jane Austen.
1. Me siento realmente halagada por tus alabanzas a mi última carta, pues
solo escribo por la gloria, sin ninguna expectativa de emolumento pecuniario.
2. Aquí estoy de nuevo, en este escenario de disipación y vicio, y ya
comienzo a sentir cómo mi moralidad se va corrompiendo.
3. Por favor, dale recuerdos a todos aquellos que no te
preguntan por mí. Y saluda, igualmente, a todos aquellos que sí lo hacen.
4. ¡Qué calor tan espantoso tenemos! ¡Nos mantiene en una permanente
condición de inelegancia!
5. No sé qué hacer con respecto a mi nuevo vestido; me
gustaría que este tipo de cosas pudieran comprarse ya listas y terminadas.
6. No hay nada imposible si hay fortaleza.
7. Tener que escribir frases largas sobre temas desagradables es muy
odioso, de modo que me desharé tan pronto como me sea posible del que domina
ahora mis pensamientos.
8. Creo que somos el tipo de personas y compañía que nuestros conocidos
consideran que deben entretener, simplemente porque nadie nos supone demasiado
ricas.
9. ¡Pobre señora Stent! Su destino es estar siempre en
medio; pero debemos ser misericordiosas, pues quizás con el tiempo nos
convirtamos en unas señoras Stent, incapaces de nada y molestas para todo el
mundo.
10. Una investigación sobre mis finanzas me ha revelado
que, en lugar de ser muy rica, soy cada vez más pobre, pues no puedo permitirme
más de diez chelines para Sackree.
11. ¿Qué ha ocurrido en el mundo con la timidez? La moral y las enfermedades
naturales desaparecen con el paso del tiempo, y aparecen otras nuevas. La
timidez y la fiebre son sustituidas por la confianza y las dolencias
paralizantes.
12. Es realmente impertinente en una mujer pretender
conseguir a alguien suponiendo que con solo pedirlo ya lo tiene.
13. Espero un marzo muy duro, un abril lluvioso y un mayo
riguroso. Y con esta profecía debo concluir.
14. El matrimonio procura mejoras importantes.
15. Todo el mundo tiene derecho a casarse por amor al menos una vez en la
vida.
16. Si mis ideas fluyeran tan rápido como la lluvia en la alacena sería
extraordinario.
17. Detesto perder mi tiempo tan innecesaria mente, usurpando, por otra
parte, los derechos de los demás.
18. Me alegro mucho de que te gustara la popelina; pensaba que tendría la
aprobación de mi madre, pero estaba menos segura de la tuya. Recuerda que es un
regalo. No me lo rehúses; soy muy rica.
19. Es uno de los dulces impuestos propios de la juventud elegir
apresuradamente hacer un mal negocio.
20. No hay nada más ofensivo que una violación de la puntualidad.
21. ¿Y no es un buen carácter aquel en el que la modestia
es su única imperfección?
22. La sabiduría es mejor que el ingenio.
23. Cualquier cosa es preferible o más tolerable que
casarse sin amor.
24. La gente es más proclive a tomar prestado y a elogiar
que a comprar.
25. Nada se puede comparar con la desgracia de un enlace
sin amor, de unirse a un hombre queriendo a otro.
26. Soy demasiado vanidosa para intentar convencerle de que sus elogios son
superiores a mis méritos.
27. Y creo que puedo alardear de ser, con toda la vanidad
posible, la mujer más inculta y poco informada que jamás osó convertirse en
escritora.
28. Cuando uno escribe sobre el tiempo, este cambia por completo antes de
que la carta sea leída.
29. Se está acercando a nuestra edad, porque obviamente nosotras no envejecemos.
30. Te ofrezco un baronet muerto en casi todas mis cartas.
31. La enfermedad es una debilidad peligrosa a mi edad.
32. Donde quiera que haya una pena, se espera que proporciones consuelo.
33. Si llego a vieja, desearé haber muerto ahora, bendecida por la ternura
de una familia como la mía, antes que sobrevivir a cada uno de ellos o a su
afecto.
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