Después de haber visto la nueva adaptación de la última novela escrita por Jane Austen, Persuasión, no me perdono que, en su oportunidad, hubiera dejado pasar un artículo sobre lo inteligente, divertida y bien medida que fue la de Emma, del 2020.
Emma (2020) es una adaptación que recibió la aprobación de todos aquellos que valoramos la novela de Jane Austen, ha sido ligeramente modernizada, no es como si estuviéramos leyendo el libro, pero conserva los elementos y diálogos de la obra de Jane, que son tan queridos por sus lectores, tomándose, por supuesto, el albedrío de cambiar escenas para dar al espectador un nuevo enfoque que le funcionó de maravillas --nadie querría ver una y otra vez la misma película con nuevos actores--. Además Anya Taylor-Joy representa muy bien a este distinto personaje de Jane, Emma.
Recientemente se estrenó la muy esperada adaptación de Persuasión, con Dakota Johnson como nuestra querida Anne Elliot, pero han habido algunos cambios en el desarrollo de su personaje y de toda la película en relación al libro, y miren que he tratado de verla sin que mi mente fuese un cuadrado perfecto, pues, desde los avances, se ha notado la influencia de la popularidad de la infame serie Bridgerton. Sin embargo, y ha de ser porque la he visto sin expectativas, no me ha desagradado, siempre encuentro reconfortante a Jane Austen, aunque no sé si a ella le habría gustado tanto lo que han hecho con su novela; no obstante, me gustaría pensar que la Jane viajera del tiempo se adaptaría pronto a la modernidad; sin embargo..., ¿será necesaria la modernización de su obra?
Desde siempre, Hollywood y el mundo del cine ha estado obsesionado con la obra de Jane Austen, supongo que ha sido por su avanzada, por esa voluntad en los personajes femeninos de querer hacer lo que les cruza la mente y no lo que les dicta la sociedad, pero ¿por qué cambiar lo que ya es perfecto? Desde el inicio de la película Persuasión vemos a Anne narrando su perspectiva de lo que ha pasado con su vida desde que fue persuadida de que se casara con Frederick, lo que, particularmente no me ha molestado; la vemos con una mascota, sucede que tiene un conejo (inexistente en el libro, el cual es el menor de los pecados, desde mi punto de vista); y tomando vino, mucho vino, lo que podría considerarse una modernización de uno de los personajes más sensibles y correctos de su autora, marcando así una gran distancia con la Anne que conocemos. Es como si hubieran fusionado a Anne Elliot con Bridget Jones (la de la película).
A diferencia de la adaptación de Emma (2020) no captamos los elaborados diálogos de Jane para su obra, acá se tomaron total libertad para el guion, lo que es un segundo indicio de que están tratando de modernizar un clásico, simplificando las emociones e introspecciones para alcanzar un público que tal vez jamás tomará un libro de Jane Austen entre sus manos. El tercer detalle es la incorporación de afrodescendientes (y acá vemos la influencia de Bridgerton) a una sociedad en la que posiblemente no eran aceptados y sobre la que Jane Austen no escribió. No quiero ser polémica, y llámenme clásica, extremadamente cerrada y conservadora, lo que quieran, pero si van a llevar al cine una sociedad de hace dos siglos, quiero verla representada como si fuese hace dos siglos. Si voy a ver cine de este siglo, quiero ver toda la inclusión y diversidad que existe ahora. Pero posiblemente no sea responsabilidad de Bridgerton sino de los creadores de la serie Sanditon, justamente acerca de una de las novelas inconclusas de Jane Austen, quienes fueron los primeros en incluir un personaje de color en su sociedad.
Un detalle importantísimo para la trama de Persuasión que se ha obviado completamente para la adaptación de Netflix, y que a mí me ha importado más que ver a Dakota Johnson hablándole a la cámara, que suma a la hipótesis de que están modernizando la novela de Jane Austen, es que nunca se cuestiona la edad de Anne. En la novela Anne tiene veintiocho años, edad en la que, en la sociedad de Jane, era considerada una solterona, el fin de la vida de una mujer si no había conseguido una propuesta de matrimonio, pero como hoy en día nadie piensa en casarse ni siquiera a los treinta, no les ha importado.
No estoy en contra de la modernización de la novela de Jane Austen, tampoco voy a decir que he odiado esta adaptación de Netflix, como comedia romántica ha funcionado para mí, pero siempre querré que un clásico siga siendo un clásico.
Dato curioso: ¿recuerdan cuando había otro proyecto de Persuasión que suspendieron porque ya estaban haciendo la versión de Netflix?
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