Desde que terminé de leer la trilogía de E.L.
James, Cincuenta Sombras de Grey, este chico, Grey, ha sido mi obsesión; por supuesto,
porque, como el resto de la legión de mujeres que hemos leído los libros, estamos
deseosas de saber quién interpretará en el cine al oscuro y conflictivo, pero
encantador Christian Grey.
De vez en cuando –o casi todos los días–
consultó la red para saber qué novedades hay respecto a la producción
cinematográfica y, por supuesto, me envuelvo también en la serie de rumores que
circulan sobre la misma: que si Alex Pettyfer rodó una escena para el director Gus
Van Sant, que si es Matt Bomer el favorito del público, que Ian Somerhalder
quiere el papel, o que si será Henry Cavill. A mí cualquiera me complacería,
bueno, excepto Pettyfer, porque creo que es muy joven para el personaje, y,
siendo enteramente superficial, le falta estatura. Sin embargo hay un chico
nuevo –al menos para mí– en la televisión que cada vez que veo su actuación me
traslada al personaje de Grey. Jay Ryan.
Jay Ryan es un actor neozelandés que
protagoniza la serie estadounidense Beauty
and the Beast, junto a Kristin Kreuk, y es el motivo por el que sigo la
serie, además de todo el intenso melodrama romántico que me encanta, sumado a
la estupenda química que mantiene con su protagonista, que hace la fantasía
romántica más creíble. El tipo –el personaje–, además de guapísimo, es
encantador, y físicamente se parece mucho a Grey, alto, musculoso, ojos claros,
rostro sexi y cándido a la vez, la barba incipiente, y los pantaloncitos le
caen en la cadera exactamente como a Grey. Hummm… ¿Puedo sugerirlo? Sería mi
sueño de Grey.
Pero bueno, basta de Jay Ryan.
Volviendo a la novela Las Cincuenta Sombras
de Grey, y al cast de Christian Grey. Los rumores continúan, E.L James ha dicho
que ella no quiere decir quién sería para ella el Grey ideal porque no quiere
influir en la decisión del director; no obstante –la sigo en Twitter y la tengo
en mi inner circle para enterarme,
antes que el resto del mundo, de la mínima noticia–, ayer la autora publicó en
su cuenta de Twitter (@E_L_James) que estaba en el cine y un tiempo más tarde
elaboró la frase “Oh my…”, que Anastasia emplea cada vez que está derretida por
Christian Grey, y, si sumamos y restamos, ayer fue 14 de junio, fecha del
estreno de El Hombre de Acero. ¿Es
Cavill, entonces, su Grey ideal?
Oh my…
Solo queda esperar y esperar porque uno de
los productores de la película, Dana Brunetti –a quien también sigo en Twitter–,
aclaró en la red social que no habría cast sin guión, y que el orden de los
factores era: primero el guión, después el director y por último los actores. Y,
aparentemente, el guión todavía no está terminado.
Ahora bien, respecto a Dana Brunetti, esto me
creo cierta confusión porque, aparentemente, este productor solo produce
películas que a él, como espectador, le gustaría ver. Le gustan las películas
desde el punto de vista masculino, por decirlo de alguna manera; ha producido historias
como La Red Social y Belleza Americana, que me han gustado mucho, por lo menos
La Red Social fue mi favorita del año 2.010, aunque la vi en 2.011.
Lo que origina mi confusión, de acuerdo a la
opinión del productor y el tipo de películas que le gusta apoyar, es que, como
chica, espero ver una película empalagosa, romantiquísima, quedarme conmovida
por la historia y que quiera ver muchas veces. Algo muy de chicas y que a los
chicos no les gusta. Por otro lado, con este productor, quizá esté garantizado
que sea una buena película. Y, aunque sé que el desarrollo de la película no
depende del productor sino del director, ¿qué tanta influencia puede haber de
quien pone el dinero sobre el que desarrolla la idea?
Lo que me deja tranquila es que Cincuenta
Sombras de Grey fue escrita por una chica y su fantasía del imperfecto hombre
de sus sueños.
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