Por un tiempo he estado leyendo Good Wives (Buenas Esposas), de la autora estadounidense Louisa May Alcott, la novela secuela de Little Women (Mujercitas); las dos, preciosas obras que ensalzan la feminidad y la debida formación del carácter de una jovencita. Así, me paseaba el otro día por el capítulo XV de Buenas Esposas, que presentaba a una Meg ya casada con John y madre; en éste, Meg era súper mamá, atendía a los niños, la casa y a su esposo, lo que me hizo pensar, y emocionarme, sobre el rol de la mujer entonces y ahora.
Mujercitas es una novela publicada en el año 1.868, que relata las alegrías, penas, sueños y realidades de las cuatro jóvenes March: Meg, Jo, Beth y Amy, quienes luego de diferentes vicisitudes logran reponerse a las adversidades que les toca vivir para entonces madurar. Las cuatro muchachas evolucionan en Buenas Esposas, una que otra se enamora y una que otra se casa. La primera en hacerlo es Meg, la hermana mayor, y quien motivó esta entrada pues me hizo pensar en los cambios que ha sufrido la sociedad durante los años y al mismo tiempo cuán parecida es todavía; por ejemplo, el matrimonio, visto desde el lado femenino, no parece ser tan diferente a como le conocemos hoy en día, o así el rol de la mujer. Por otro lado, las mujeres hemos alcanzado mucho, desde algunas décadas podemos ejercer nuestro derecho al voto, vestir pantalón y trabajar casi a la par de los hombres, los que parecen los alcances más notorios de nuestro género; pero qué hay de las labores que nos hacen verdaderamente femeninas. Mencionando a otra autora, Jane Austen, la novela de Austen se caracteriza por ensalzar estas labores femeninas, una chica Austen es bien valorada por sus habilidades con la costura, la pintura, la música y su capacidad para deborar libros; aunque estas tareas parezcan sencillas son, sin embargo, ejemplo de de cualidades artísticas complejas y de mucha cultura. Me sucede que cada vez que leo a Austen, a Brontë o a Alcott, que describen tan prolijamente a la señorita perfecta, y no por su aspecto físico, sino por su capacidad para analizar y encarar las vicisitudes, por sus virtudes y lo que son capaces de hacer con sus manos, su tiempo y su espacio, siento nostalgia de que algunas de estas características se estén perdiendo por esa necesidad –quiero pensar evolutiva– de hacer y tener las mismos derechos y posición que nuestros compañeros.
Indudablemente el rol de la mujer ha variado durante el tiempo y hemos evolucionado gracias a la orientación que muchas autoras inquietas nos han legado; así que es tiempo de celebrar.
¡Feliz día de la Mujer!
MURO DE GRANDES AUTORAS
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Louisa May Alcott |
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Charlotte Brontë |
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Elizabeth Gaskell |
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Emily Brontë |
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Jane Austen |
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Teresa de la Parra | | | |
margecavani:
ResponderEliminarQuerida, he disfrutado esta entrada tan preciosa, has hablado de mis autoras predilectas y has hecho resaltar con tus palabras el verdadero rol de la mujer!
Feliz Día!
Gracias, querida =)
Eliminar...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
MARGECAVANI
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, FLOR DE PASCUA ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA, TOQUE DE CANELA, STAR WARS,
José
Ramón...
Qué hermoso, José Ramón, muchísimas gracias =)
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